COLLIURE: HOMENAJE A ANTONIO MACHADO

Estimado maestro:

hoy he visitado tu tumba en Colliure.

Un día azul de noviembre, no demasiado frío, con nubes ligeras.

Traspasé las frágiles verjas del pequeño cementerio y vi tu lápida de piedra, me estremecí.

Me acerqué despacio con la intención de ofrecerte mi Medalla de Sevilla, una Medalla que en cierta medida te pertenece, como a todos los que han transitado por mi vida.

En la mochila llevaba, además, dos hojas del limonero del patio del Palacio donde jugabas cuando niño.

Deposité las hojas sobre un escrito y la Medalla junto a tu retrato.

Tus poemas, los días de lluvia y tristeza, tus sueños rotos… me acompañaban en esta travesía.

“Todo pasa y todo queda; pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar.”

Seguimos a tu lado.

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