Estimado Raúl, enhorabuena por el premio a tu trayectoria profesional que te dieron ayer: Un reconocimiento del que se sentiría orgullosa la misma Isabel Álvarez, inspectora que lleva el nombre de este premio y que defendía los valores de inclusión y equidad al igual que lo haces tú.
Decías ayer que no había familias, padres y madres de alumnos y alumnas en el acto porque ellos no entendían “cómo te iban a dar un premio por trabajar….” Pero si estaban: en tu sonrisa, en el entorno que es tu escuela y tu casa, en el sentimiento de todas y todos los que estábamos allí acompañándote.
Me agradó escuchar a quienes te precedieron presentando el acto, muy emotivo y cercano, sobre todo a tu compañera Paola, jefa de estudios del colegio ¡Cuánto corazón en sus palabras! Cuanta verdad para definir las vivencias del día a día.
Y en el discurso hablaste de tu padre y de tu hermano y por esas casualidades de la vida mi hermano, que también va detrás de mí, se hizo arquitecto como el tuyo y yo, el primero, me hice maestro.
Cuánto le hubiera gustado a Juanma estar aquí, con nosotros, qué sentidas y emotivas tus palabras.
Querido Raúl no hace falta decirte que disfrutes de la vida por que la vives intensamente cada segundo, tienes un sueño con este colegio desde hace ya muchos años y hoy somos muchos los que te abrazamos de corazón y te damos las gracias por ese trabajo tan maravilloso que haces, te quiero amigo.
“Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.”
Desde mi Azotea 