DOCENTES: EMPODERAMIENTO Y CONTROL

 

GywFmgB

» Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces   que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer…»

Vivimos en la sociedad del control. Estamos controlados y vigilados constantemente,  ya sea de una manera directa con miles de cámaras que rastrean cualquier movimiento que hacemos o de una manera, llamémosla  indirecta, con las amenazas veladas que imponen las leyes; sin ir más lejos tenemos la prueba con la actual ley de seguridad ciudadana llamada en los medios ley mordaza.

En educación el control de la función docente se ejerce por parte de la propia normativa recayendo   su  supervisión  principalmente en el servicio de inspección educativa.  En los últimos tiempos,además, ha aumentado el interés de las administraciones por  la evaluación creándose entes y agencias para el desarrollo de pruebas y estudios centrados en diferentes aspectos de la comunidad educativa. La evaluación a fin de cuentas es otra manera más de control, en este caso de la práctica educativa,

Los docentes, con tanto asesoramiento dirigido, nos movemos en un estrecho marco normativo que no facilita en absoluto los cambios y, además, perpetua un estilo de escuela anquilosada y rancia.

No es extraño escuchar en charlas y debates a ponentes hablando de estrategias de innovación y cambio como vías de escape al sistema, o de docentes que comentan que viven con la sensación de ser «ilegales» al romper el corsé del currículo.

Ciertamente estos docentes innovadores se alejan de lo establecido y generan corrientes de empoderamiento al fortalecer sus capacidades y obtener una visión más amplia de la educación en su conjunto, adquiriendo confianza en su trabajo.

El empoderamiento debilita el control que se ejerce sobre el docente y  lo fortalece, aumentando  la capacidad de relación con la comunidad educativa. Se produce un cambio, un salto de calidad entendida como mejora de los aprendizajes. 

Por ello no es extraño comprobar que la propia administración quiera controlar estos nuevos modelos educativos, estas metodologías «rupturistas”, en su afán de persistir en la continuidad del sistema para reproducir valores y principios a una población sumisa y fiel a las repeticiones, a la memorización, a los esquemas de los libros de texto  y, en los últimos tiempos, a la conversión de las escuelas en «centros asistenciales» en una malentendida oferta pro conciliación familiar, donde la burocracia nos sumerge en el caos del aula matinal, del comedor, de las actividades… desapareciendo cualquier atisbo de interés educativo en la mente de las familias.

Empoderamiento docente para desarrollar una  tarea conjunta con el entorno cercano, estableciendo lazos no solo con las familias, sino también con agentes sociales (ongs, asociaciones…) para iniciar y desarrollar aprendizajes significativos que interesen realmente a nuestro alumnado y los motive, creando una  Educación con sentido  que sea realmente el núcleo y el eje de todas las iniciativas educativas que se generen en el ámbito de la escuela y  donde la propia comunidad controle, participe y  dirija los aprendizajes, sin libros de texto, sin el reclamo de programas estandarizados y oficiales ni el encasillamiento en normativas absurdas a las que muchos centros se «apuntan» porque dan puntos o dan más dinero para gastos de funcionamiento (Ser Comunidad de Aprendizaje oficial, ser Escuela Promotora de Paz…).

Tarea difícil esta de ir contracorriente, pero no imposible. A veces no queda más solución, más remedio, que luchar contra gigantes, enormes molinos de viento que nos esperan desafiantes. 

Seguimos.

 

 

 

 

 

Deja un comentario